Carpóforo entre 0,5-1,3 de forma variable: arriñonada, rectangular, globosa…, compuesto por infinidad de diminutos cuerpos esféricos unidos entre sí por una masa blanquecina de aspecto algodonoso. Aparecen envueltos en un amasijo de micelio mezclado con sustrato de la tierra. Peridio inexistente. Gleba formada por un aglomerado de numerosos pequeños elementos esféricos de consistencia muy densa de color blanquecino que tras madurar vira a amarillo dorado. Inodoro al principio pero intenso si lo guardamos en caja cerrada. Sabor por comprobar.

Dada su morfología y habitat, esta especie resulta inconfundible.

Saprófita. Crece en suelos ricos en materia orgánica. Nace hipogea aunque a muy poca profundidad, bajo el musgo o las acículas de pino.

Final de Invierno e inicio de Primavera. Especie difícil de localizar por su condición semihipogea y pequeño tamaño. Abunda allí donde nace.

No es comestible, por la dureza de su consistencia.

Foto: C. Gelpi. Sociedad Micológica Extremeña